martes, abril 13, 2010

Diario de Latidos Azules para Días de Congoja 3

TARDES DE PISCINA

Me muero por un beso tuyo.

Un beso azul, largo.

Como una tarde de piscina.

¿que no me lo das?

Entonces muero y sigo trabajando.

2 comentarios:

NiñoCactus dijo...

¿De piscina?
Igual se lo hubiese dado de mar (con lo azul que es allí donde usted vive)...
Yo le dejo una abrazo azul, largo.
Como un cielo sin nubes...
PD. Espero que sólo sea una muerte transitoria; O que al menos tenga internet allá donde vaya para seguir publicando sus trabajos.

termenon dijo...

Las muertes nunca son transitorias NiñoCactus, al menos las mías, las muertes traen ceniza y humo, tierra y silencio, alguna lágrima, alguna sonrisa tímida... Dejan poso como ese mar que tanto te gusta y a mi también.

Sin embargo las tardes de mar no son tan largas como las de piscina, y yo puedo morir por besos así, largos y azules.

Tendré internet, seguiré trabajando con ese deseo vivo o muerto. En su momento fue como anhelar el verano cuando estás en medio del invierno. No obstante ya hay besos, nunca todos los que uno necesita dar o recibir, pero los hay...