001 Ciudad Tétanos
Aquí hay que hacer un ejercicio de cura y cauterización.
Una a una, las espinas;
aquello que atornilla mis pies al suelo;
pesas y clavos que sujetan,
arañan y agarran las alas,
si lo pongo en una urna y lo hago escultura,
me sale una ciudad.
De ahí a iluminarla con luces de colores y hacer fiesta;
sacarla de la clepsidra sin miedo porque ya estoy vacunado;
acercarme y alejarme de ella como si fuera un pájaro sobrevolando sus agujas y torres, sus cúpulas y edificios, sus perspectivas y volúmenes.
En definitiva hacer, de un paisaje de duelo y herida, un bodegón domesticado y cotidiano.